A medida que
transcurre va incrementando la desesperación, el deseo por acabar de una vez
por toda esta trágica existencia. No quiero que Grete siga sacrificándose por
un monstro, por una causa que no tiene razón válida. Muchos dirían que es por
amor, quizás lo sea; aunque algunas veces pienso que puedo ser por compasión.
En este momento de
mi vida me replanteo su fundamento, he tenido basto tiempo para analizar, a
veces presiento que este ejercicio ayuda a que caiga en una angustia y desilusión,
que cada vez se hace mayor. No sé qué acto atroz hice para merecer este
castigo. Sé que era un hombre que no valoraba su vida, pero me cuestiono si será
este un motivo para transformarme en una criatura deforme.
Me encuentro en
una situación en donde es mayor la perturbación el estorbo que produzco que mi
anhelo de querer vivir y miedo a morir. Sé que
la salida más fácil es la muerte. Es más sencillo que poner a mi familia
en una posición tan difícil, lo único que me alienta a vivir es mi hermana.
Cuando mi hermana
entro, sentí una sensación diferente, su mirada irradiaba cansancio,
desesperanza y angustia. Ahí entendí que la manera en la cual podía colaborar
era dando fin a esta vida miserable e injusta. No sería que mi madre estuviera
avergonzada, que mi hermana cargara por mi culpa desdichada; al fin y al cabo
esta se acaba cuando dejamos de disfrutarla y aprender de ella.
Decidido encerrarme
en mi cuarto hasta que la imposibilidad de adquirir una alimentación hiciera
que mi cuerpo se debilitara al punto que no tendría suficiente energía para
respirar. De esta manera desistir de la idea de vivir.
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